Sumisas Díscolas. Desobedecer las órdenes de Mistress Minerva siempre tiene consecuencias. Para la torpeza, las excusas y el sexo sin permiso; siempre hay que aplicar un castigo. Nina azotada por no saber ni lavar los platos sin destrozarlos; la caña, su castigo. Pero hay que seguir poniendo orden entre las díscolas, no sea que crean que se puede repetir. Para Nora Barcelona y Valentina Bianco por follar sin permiso de su ama; el doble de golpes de caña. Los llantos, ruegos, gemidos y lamentos les recordará que deben mantener su libido a ralla hasta que Mistres Minerva se lo ordene. Sus culos candentes hará recordar al resto cual es el castigo por desafiar las palabras de su ama. Y finalmente, para Alexa, se reserva el peor de los castigos.

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